6 verdades incómodas sobre Transformación Digital en 2020

¿Tiene grandes planes de transformación digital para el próximo año?El 2020 fue un año de mucha evolución digital y es posible que estos obstáculos ya estén frenando su progreso. He aquí cómo superarlos.

El 2020 significó el inicio de una nueva década y sin duda el inicio de un proceso de renovación tecnológica de mediano y largo plazo que muchas organizaciones emprendieron.  La transformación digital  en 2020 logró un crecimiento impulsado por el COVID19, pero no hay que perder de vista el horizonte y madurar las capacidades adquiridas así como capturar las lecciones aprendidas y propender por madurar digitalmente.

El éxito que logremos con la estrategia de transformación digital, de aquí en adelante requerirá analizar algunas verdades incómodas sobre lo que realmente está frenando, o incluso deteniendo, el progreso digital. Cinco problemas están frenando la transformación digital, y aquí hay otra verdad: la mayoría de las organizaciones sufren alguna versión de los cinco.

1. No tiene a las personas que necesita para la transformación digital, y no puede comprarlas.

Las organizaciones han estado considerando la cuestión del talento digital como una nueva receta emocionante: saben que no pueden cocinarlo con lo que tienen en la cocina, pero pueden comprar los ingredientes. El problema es que el mercado de talento digital actual es más un  supermercado soviético .

La transformación digital demanda liderazgos precisos, resilientes y sobretodo con un nivel de conocimiento de lo digital muy amplio. Ubicar los perfiles que se requieren no es una tarea fácil, desafortunadamente no cualquier profesional tiene la habilidad desarrollada para entender el negocio y poder empatar con las tecnologías disponibles para evolucionar dicho negocio de forma integral y no desde la visión de un área exclusivamente, como comunmente pasa.

¿Qué podemos hacer?

  • Optimice y priorice sin piedad sus necesidades de talento digital. ¿Qué es lo que realmente necesita y quién es la persona menos capacitada que puede hacerlo?
  • Mire dentro de su organización y potencie las habilidades y capacidades digitales de los profesionales que identifique como claves.
  • Haga que su organización sea atractiva para los expertos del mercado. A ellos les encantará hacer parte de su organización. Se evitará la fatiga de buscarlos, seguro vendrán por sí mismos.
2. El teletrabajo funciona, pero requiere fortalecerse

El 2020 nos demostró que podemos trabajar desde nuestros hogares, ser productivos, tener en control nuestro desempeño y lo mejor disfrutar de tiempo con nuestras familias. Sin embargo es un hecho que esta modalidad de trabajo trajo consigo una mayor carga laboral, menor tiempo para concentrarnos en lo realmente clave y más reuniones a distancia que dificultan concentración en lo clave de nuestras responsabilidades.

Sumado a ello, esta modalidad de trabajo impuso compartir los documentos de la empresa por medios que no son los más seguros y se ha posibilitado en muchos casos el uso de herramientas de trabajo que no brindan seguridad y confianza.

¿Qué podemos hacer?

  • Definir agendas de trabajo que permitan que los colaboradores se concentren en desarrollar sus funciones. Controlar que los horarios de trabajo se cumplan, para que el colaborador mantenga su calidad de vida.
  • Combinar el trabajo remoto con el trabajo presencial.
  • Usar Sistemas de Gestión de Contenido Empresarial que posibiliten el acceso a la información desde cualquier lugar y momento de forma segura, ágil y auditable.
3. La brecha de entendimiento entre los líderes empresariales y de TI nunca ha sido mayor.

Ahora más que nunca, la TI y la empresa necesitan un lenguaje compartido: el trabajo que se realiza está cada vez más integrado. Con demasiada frecuencia, cada lado suena al otro como  los adultos les sonaban a los niños en los dibujos animados de Charlie Brown : “Mwanh mwanh mwanh, mwanh mwanh mwanh …”

Los líderes de TI han adoptado un léxico completamente nuevo para mantenerse al día con el progreso tecnológico rápido y no lineal, y los líderes empresariales a menudo carecen del vocabulario para dar forma a los desafíos comerciales en preguntas tecnológicas bien enmarcadas. En ambos lados, la presión constante para actuar como un “líder de la próxima generación” (sin la capacidad adecuada para hacerlo) a menudo lleva a que los líderes se callen y no hagan las preguntas correctas.

¿Qué podemos hacer?

  • Haga de la comunicación simple e informal la regla, no la excepción.
4. Su estructura organizativa está estrangulando su progreso.

Las organizaciones matriciales contemporáneas, y la confusión asociada de estructuras de informes sólidas y de líneas de puntos, han oscurecido los derechos de decisión y las RACI confusas, lo que ha provocado un corto circuito en la agilidad organizativa. Incluso las organizaciones más planas, generalmente consideradas favorables para el progreso digital, han visto un aumento en los comportamientos de comando y control a medida que los líderes no preparados luchan por administrar una mayor cantidad de subordinados directos.

¿Qué podemos hacer?

  • Concéntrese incansablemente en la toma de decisiones y en quién realmente debe participar. Las rondas rotativas de gestión de las partes interesadas agotan la velocidad de los procesos y restan valor al enfoque en el cliente. Establezca tomadores de decisiones claros desde el principio de cualquier iniciativa y distinga la aportación consultiva de los verdaderos derechos de decisión de “aprobación / aprobación”.
5. EL covid19 no impulsó la transformación digital

Para muchos, el COVID19 impulsó la transformación digital en todo el mundo. La cuestión es que lo que hizo fue poner en evidencia muchas falencias que tenían las organizaciones pero sobre todo, nos hizo reaccionar y los ejercicios estratégicos reactivos normalmente no generan buenos resultados, pues no hubo tiempo para planear y dimensionar eficientemente los objetivos.

Resultado de este 2020 tan reactivo, muchas empresas tendrán que enfrentarse a serios problemas de seguridad de la información, a problemas mentales de sus colaboradores, a un aumento desmedido del estrés, entre otras consecuencias de una transformación reactiva.

Lo que viene, resultado de esta forzada transformación digital, es que las organizacines empiecen a nivelar sus estrategias y a tomar acciones que les permita tener una transformación real. Mitigar los riesgos que no se han materializado y potenciar las ventajas obtenidas en este tiempo.

6. La gente está harta de la transformación digital.

¿Recuerda cómo se sentía cada vez que alguien decía “punto-com” en 2000? Así es como se sienten algunas personas sobre la “transformación digital” en 2020.  Sin embargo, no se trata solo de las palabras: todo el proceso de transformación digital ha producido una fatiga significativa. El mismo cambio rápido que energiza a un subconjunto de empleados ha agotado a la mayoría de sus compañeros.

¿Qué podemos hacer?

  • Catalogue el cambio y pode donde sea necesario. ¿Cuántas iniciativas tienes en marcha? ¿Los necesitas todos? ¿Necesita comunicar sobre todos ellos a todos los públicos? Cura y edita la carga de transformación digital de cualquier empleado.
  • Humor y empatía: enjuague y repita. Cuando se trata de transformación digital, como solía decir Mad Magazine,  “pobody’s nerfect”.  Tratarnos unos a otros con compasión, y enfatizar la comedia sobre la tragedia, guiará la transformación digital de su organización sobre las olas indudablemente difíciles que se avecinan.

No permita que estos seis problemas afecten la capacidad de su organización para lograr sus objetivos de transformación digital. Asesorese con expertos en esta materia y logre que su organización evolucione correctamente hasta alcanzar la madurez digital.

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